Gracias por facilitar este canal. Somos vecinos de la bajera junto a Correos que se utiliza contraviniendo toda normativa de manera sistemática como “local de ocio” y hoy es uno de los muchos momentos en los que tenemos que sufrir sus molestias. Aquí estoy, delante del ordenador un martes a las 6:00 de la noche, y mi familia está despierta. Y mañana, que digo mañana, dentro de ¡hora y media! tengo que ir a trabajar. Trabajar para seguir pagando como sea mi piso, y también, seguir pagando mis impuestos. Probablemente el propietario de la bajera, de la cual sale la “música” que ahora mismo tiene a mi familia en vela, no tenga tanta prisa en regularizar los ingresos que le ha venido generando la bajera en cuestión, pues nos consta la ausencia de licencia y a la postre, del pago puntual y periódico en referencia al uso real que le está dando al local, así como del pago derivado de obras sin licencia. Estamos agotados y nos consta de que al menos en la zona no somos los únicos. Son muchos años ya aguantando ruidos en general y por la noche en particular (y otros altercados, olores, obras ilegales…) de los que queda, en parte, refrendo en el histórico de Policía Municipal, Policía Foral y Urbanismo. Con la aprobación de la normativa sobre locales de ocio, marzo de 2013, pensábamos que el problema cesaría pero seguimos en la más absoluta de las indefensiones. Pensábamos que por fin habría exigencia por parte del Ayuntamiento sobre seguridad y normativa anti-incendios (en sept. de 2014 se les quemó completamente un “local de ocio” en la calle Mayor), así como insonorizaciones. Higiene. Aforo. Horarios. Puesta al día en pagos… en este tipo de locales. O que la Policia Municipal podría requerir la licencia a propietario y/o inquilino ante un problema en el local como los que se describen, incluso actuar de oficio cuando correspondiera. Probablemente la normativa no sea la panacea, ni seremos nosotros quienes hemos de defender si su aplicación es más o menos irreal, pero la que sí es nuestra realidad desde hace muchos años y hasta el día de hoy, es que esta bajera vive ininterrumpidamente fuera de todo orden, y, convendrás con nosotros que esto no puede seguir así. Desde Policía Municipal nos dicen que ellos pueden hacer hasta donde pueden hacer, y nos ofrecen hacer sonometrías y denunciar a los inquilinos. Pero no creemos que éste problema se solucione a base de sanciones a los inquillinos (conociendo al personal probablemente el problema se agravaría). Además que sería muy simplista creer que la solución al problema pasa por enfrentar a dos partes en una cortoplacista suerte de desvelo-sanción, cuando en realidad, es una problemática muchísimo mayor entre cuatro partes: Inquilinos, Vecinos y también -por supuesto- Ayuntamiento y Propietario. Sólo me queda solicitar al Ayuntamiento que recoja el guante y que reactive soluciones a esta dinámica como las que se oyen en otros municipios, que somos conscientes de que no es sencillo, pero que nuestra indefensión es producto de una situación insostenible. Tengo que irme ya al trabajo. Sigue sonando la “música”. Gracias. (César 19/07/2016)
Estimado César:
Somos conscientes de la problemática que generan algunas personas usuarias de bajeras de ocio. La postura del actual equipo de gobierno es tratar de concienciar sobre el correcto uso de las mismas, la adecuación de los locales, y el respeto al resto de vecindario. En ese sentido, lo mismo que puedo señalarte que no somos nada partidarios de tener que utilizar medidas sancionadoras, y preferimos optar por el diálogo y la mediación, también he de indicarte que lo que tampoco vamos a consentir es problemas puntuales provocados exclusivamente por personas que quizás no estén “capacitadas” para convivir en sociedad. En esos casos, si el diálogo y la mediación no funcionan, aplicaremos las sanciones con el máximo rigor.
Las reiteradas quejas sobre la bajera de la calle San Miguel nº 2, que cuenta con licencia desde el 19 de febrero de 2016, me han llevado a citar al representante de las personas usuarias para la semana que viene, a fin de intercambiar opiniones sobre lo que sucede y tratar de buscar soluciones. Si no existe ánimo de corregir actitudes que pertuben al resto del vecindario se iniciarán los oportunos expedientes sancionadores.
Un saludo,
Txema Noval (21/07/2016)