Cada año, el 19 de febrero se conmemora el Día Internacional contra la LGBTIfobia en el Deporte.

Este día nacía el británico Justin Fashnau, primer futbolista profesional en hacer pública su homosexualidad, que acabó suicidándose en 1998, con 37 años de edad, tras varios años luchando contra la presión y la homofobia. El futbolista australiano Josh Cavallo se convertía en octubre de 2021 en el primer futbolista en activo que hacía pública su homosexualidad. Protagonizó titulares a nivel mundial, recibió apoyo de reconocidos deportistas como Pau Gasol, Antoine Griezmann o Rubén García, sin embargo, su ejercicio de libertad también fue duramente castigado tanto en las redes sociales como en los estadios.

Para muchas personas LGTBI+ la vergüenza, la estigmatización y la discriminación producto de la LGTBIfobia siguen formando parte de su realidad en la vida y en el deporte. El informe de delitos de odio del Ministerio del Interior señala que casi el 20% de los incidentes de estos delitos denunciados en el Estado tienen la LGTBIfobia como causa, y el cuarto espacio en el que más incidentes de delitos de odio se denuncian son las instalaciones deportivas y los campos de juego. Agresiones físicas, amenazas e injurias en las redes, insultos en las gradas y en los terrenos de juego, chistes en medios de comunicación y redes sociales, risas en los vestuarios y en las instalaciones deportivas y el silencio de las demás hacen que, a muchas personas LGTBI+, el deporte les parezca un espacio hostil en el que no tienen cabida. Así, muchas personas LGTBI+, deciden no ser parte del mundo del deporte o lo habitan con temor a ser quienes son.

Aunque los casos de denuncia por LGTBIfobia más visibles en el deporte son en el fútbol y por parte de hombres, sería un error pensar que lo que se denuncia es una vivencia exclusiva de los hombres y del fútbol. La violencia LGTBIfóbica es transversal a todo deporte, género e identidad sexual y las mujeres también sufren un tipo de violencia que, a pesar de los notables avances en la visibilidad del colectivo LGTBI+ en el ámbito del deporte y social, en términos generales nos hace ver que todavía queda mucho camino por recorrer.

En este sentido, el Ayuntamiento de Burlada expresa los siguientes compromisos:

1.- Considerar el deporte como una palanca de transformación que tiene grandes potencialidades que pueden ser aprovechadas para avanzar en el cuestionamiento de los mandatos rígidos de género y en erradicar la desigualdad entre hombres y mujeres.
2.- Defender los derechos humanos, los principios de respeto a la libertad y diversidad en el deporte y, por tanto, la lucha contra la discriminación de las personas LGTBI+ que impida la garantía de dichos derechos en los términos reconocidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, fomentado la visibilidad de las personas LGTBI+ en el ámbito del deporte local con el objetivo de combatir los estereotipos, la discriminación y las barreras que disuaden a las personas LGTBI+ de la práctica deportiva en Burlada.
3.- Reconocer la diversidad afectivo-sexual y de género como un elemento social enriquecedor y positivo, acompañado por los principios de igualdad de trato y no discriminación.
4.- Denunciar y penalizar socialmente los comportamientos LGTBIfóbicos, machistas, xenófobos y serófobos en el deporte, particularmente en lo relativo a la violencia verbal o física en los espacios deportivos municipales, campos de juego, gradas y redes sociales por cualquier causa y,especialmente, aquellas violencias que tengan su origen en la orientación sexual y en la identidad o expresión de género de las personas.
5.- Invitar a los clubes deportivos de Burlada a firmar esta declaración y a unirse a la campaña “Tarjeta roja a la LGTBIfobia”, mostrando la pancarta de la campaña antes de los partidos o competiciones del fin de semana inmediatamente anterior al 19 de febrero.

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